Lutero decía: "No puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero si puedes evitar que hagan un nido en ella". Como personas, es normal tener tentaciones, pero pidamos constantemente a Dios que nos libre de ellas y mantengámonos íntegros y firmes en cada momento.
La tentación está a la orden del día en un mundo caído, o como dijo la protagonista de una serie policíaca de mi preferencia en uno de sus diálogos, "La tentación siempre estará en la puerta, pero la oportunidad tal vez solo toque una vez".
No te niegues a vivir una vida de la mano con Cristo, es el único en el que te puedes mantener firme ante la tentación, pues Él te salvó y te sanó el mismo día en que su vida entregó en la cruz.
Vivir en hipocresía, fingiendo y siendo algo que en realidad no somos tan solo buscando la admiración de los demás, nos llevará a una vida fría, vacía y sin sentido. Seamos todos los días un poco más como Jesús, por cuyo sacrificio fuimos perdonados.
Honremos el sacrificio de sangre que fue ofrecido por nosotros y en respuesta al amor y fe que nace de una vida transformada por y en Cristo, vivamos una vida honesta y santa, y amémonos y perdonémonos de manera sincera e incondicional, siempre con la mirada y el pensamiento puestos en el Señor, quién es el único en quien podemos confiar para que los pájaros de la tentación que vuelan a nuestro alrededor, aleteando en nuestra mente, no hagan nido en nuestra cabeza y nuestro corazón.
"Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno.” Mateo 6.13 NVI