¿Cuál es el combustible que mueve y empodera a la iglesia? Es el Espíritu Santo que habita en nosotros y nos mantiene firmes en todo lo que es santo; para ser sal y luz en este mundo, y así los demás puedan ver nuestras buenas obras y le den la gloria a Dios a través de ellas (Mateo 5:16)[1].
En el libro de Hechos 1:8 Jesús les dijo a sus seguidores una última cosa antes de regresar a la presencia de su Padre, “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos ...” Jesús dijo dos cosas claramente en este versículo: ustedes recibirán poder y serán mis testigos.
Recibir poder del Espíritu Santo es una experiencia; sabes que algo ha cambiado dentro de ti, pero no puedes explicarlo. Poco después de que Jesús se fue a reunir con el Padre, los primeros cristianos se convirtieron en los testigos de las señales, maravillas, milagros y testimonios desde ese día y en adelante. El resto del libro de Hechos describe la manera en que el área del Mediterráneo fue transformada por la prédica del evangelio por personas llenas y empoderadas del Espíritu Santo.
Consideremos la debilidad inicial de los testigos: Pedro (Simón) negó conocer a Jesús; Tomás dudó de la resurrección de su Maestro; los discípulos abandonaron a su Mesías; y aun así este pequeño grupo de cobardes, mentirosos y desertores revolucionaron el mundo tomando una posición unificada para Cristo.
¿Y cómo hicieron tal cosa? No fue por sus propias palabras o por su sabiduría, sino por el Espíritu Santo quien los llenó, capacitó y empoderó para compartir la Palabra con audacia. Así es como el Espíritu Santo capacita y empodera a la iglesia. Ese es el trabajo constante del Espíritu Santo, traer unidad entre los miembros de la iglesia local.
Si eres cristiano, el Santo Espíritu no te quiere solo para que seas el cuidador del acuario. Él te quiere para que seas pescador de hombres, predicador del evangelio, sacrificio en tu amor, decidido en tu devoción, constante en tus oraciones y así mantenerte firme en lo que crees.
Algo nuevo que he aprendido…
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Algo que ya sabía pero que me fue recordado…
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Algo que necesita ser cambiado en mi vida…
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Preguntas que tengo…
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[1] “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.” (NVI)