La Consigna es Animar, no Criticar
- Andrés Huertas AmakBlue
- 19 ago 2016
- 1 Min. de lectura

Siempre es más fácil eludir el compromiso y hacerse a un lado para disparar dardos contra los que trabajan, que participar y hacer una contribución. Dios nos advierte una y otra vez que no debemos criticarnos, compararnos ni juzgarnos unos a otros (Romanos 14:13; Santiago 4:11; Efesios 4:29; Mateo 5:9; Santiago 5:9).
Cuando criticas lo que otro creyente está haciendo con fe y convicción sincera, interfieres en los asuntos de Dios (Romanos 14:4). Cuando juzgamos a otro creyente, pasan cuatro cosas al instante:
1. Perdemos nuestra comunión con Dios. 2. Sacamos a relucir nuestro propio orgullo e inseguridad. 3. Nos colocamos bajo el juicio de Dios 4. Debilitamos la comunión de la iglesia.
La biblia llama a satanás "acusador de hermanos" (Apocalipsis 12:10).
El trabajo del diablo consiste en culpar, quejarse y criticar a los miembros de la familia de Dios. Todo el tiempo que pasamos comparando o criticando a los otros hermanos, debería ser utilizado para construir la unidad de nuestra comunidad (Romanos 14:19)