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El Cambio es renovación no alteración (Lucas 5:39)


Y nadie que haya bebido vino añejo quiere el nuevo, porque dice: “El añejo es mejor.”

Suele sucedernos que nos paralizamos ante los cambios o las cosas nuevas que se nos presentan, ya sea en nuestro trabajo, nuestra iglesia o nuestra propia vida. Nos aterra hacer algo de manera distinta y salir de nuestra zona de confort. Pero los cambios son necesarios. Debemos ir al ritmo del mundo, no amoldarnos al mundo sino a su ritmo.

Si queremos ser instrumentos efectivos de Dios en la tarea de transformar al mundo debemos RENOVAR nuestro pensamiento y buscar nuevas formas de cumplir nuestro propósito pero siempre bajo los principios y valores Bíblicos, conforme a la buena voluntad de Dios que es agradable y perfecta.

"El cambio siempre comienza en la mente. La manera en que pienses determinará cómo te sientes, y cómo te sientes influirá en cómo actúas." -Rick Warrent-

El cambio mental en el NT (Romanos 12:2) es arrepentimiento, que en griego literalmente significa "cambiar tu mentalidad". Te arrepientes siempre que cambias tu manera de pensar y adoptas la manera de pensar de Dios: con respecto a ti mismo, al pecado, Dios, a otras personas, la vida, tu futuro y todo lo demás.

"Para cambiar tu vida debes cambiar tu manera de pensar. (...). Toda conducta es motivada por una creencia [pensamiento] y toda acción es incitada por una actitud [sentimiento]." -Rick Warrent-


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