5. Me Siento Cansado
Fatigar viene del latín "fatigare" que significa agrietar, hacer que algo esté a punto de estallar, y a su vez este se deriva del sustantivo "fatis" que significa grieta o ranura. Por su parte, la palabra cansancio proviene del griego "kámpto" que significa plegar o hacer doblar o desviar de la trayectoria algo.
Es precisamente esto lo que Satanás pretende al bombardearnos con toda su artillería, debilitarnos, crear una grieta o fisura en nuestra fe, cargarnos de ideas y mentiras hasta hacernos estallar y perder nuestro rumbo.
En el arte bélico una de las estrategias es debilitar, cansar al contrario lanzando una carga fuerte y continuada de artillería (cañones, bombas, granadas, etc.), con el fin de diezmar las fuerzas opositoras, disminuir su capacidad de defensa y minar la moral y la confianza de las tropas. Otra de las estrategias usadas en la guerra se trata de saturar la mente del contrario con ideas que lo lleven a creer en la imposibilidad de la victoria. Así opera Satanás, tratando de asfixiarnos con ataques recurrentes y traicioneros, buscando debilitarnos, llevarnos al cansancio y finalmente a la rendición.
"Ya no tengo fuerzas", "Tanto que he luchado y para nada", "No puedo más", "Para que seguir si hasta ahora no he logrado nada", "No tengo ganas de nada", "Me duele el cuerpo y el alma", "No quiero dormir para detener el tiempo", "No quiero despertar para que no empiece un nuevo día", "No sé qué hacer", "No puedo con esta prueba", "Sería mejor que todo esto termine de una vez por todas".
Existen dos tipos de cansancio, el físico y el emocional (mental). Podríamos llamar al primero como cansancio bueno y al segundo cansancio malo. El cansancio bueno es aquel que sentimos después de una larga jornada de trabajo, deportiva o en general se exigencia física más que mental, que literalmente nos deja "bien cansados" y con la satisfacción del deber cumplido (para el Señor claro está).
Por otra parte, cuando hemos sido sometidos a una carga constante y externa de palabras negativas, quejas, pesimismo, negaciones, adversidades, egoísmos ajenos, maledicencias, prejuicios, deudas, problemas familiares, el estrés del estudio e incluso nuestra propia estupidez, nuestra mente es sobrecargada y debilitada llevándonos a un punto de quiebre o como dicen los griegos "kámpto". Esto nos deja "mal cansados" pues no solamente se debilita nuestra mente, sino también nuestro cuerpo, dejando completamente vulnerable a nuestro espíritu.
A través del cansancio malo, el enemigo siembra en nosotros semillas de:
a) Mal humor b) Impaciencia c) Pesimismo d) Amargura e) Derrota f) Conformismo g) Deterioro espiritual h) Hastío i) Agotamiento j) Extenuación k) Desfallecimiento l) Sofoco m) Penuria n) Molestia o) Pesadumbre p) Rendición
Jesús sabe por experiencia propia lo que es sentir agotamiento severo, y también sabe de tu fatiga y debilidad, por eso te ofrece su descanso “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
Descansa (1 Reyes 19:5), ve a la cama temprano. Recuerda el 8x3 (8 horas de trabajo, 8 de sueño y 8 para la familia). Cuenta con Dios para todo y en todo momento. Entrégale todas tus cargas y cuando te sientas débil, extenuado y a punto de rendirte, recuerda:
- Orar siempre (Santiago 5:17) - Entregar tus cargas al Señor (Mateo 11:28) - Dios se glorifica en tu debilidad (2 Corintios 12:9) - El Señor te fortalece y esfuerza (Job 26:2) - Jesús fue crucificado en debilidad pero ahora vive por el poder de Dios (2 Corintios 13:4) - Jesús comparte tu debilidad (2 Corintios 11:29) - Con Cristo todo lo puedes (Filipenses 4:13) - Tus debilidades impiden que te vuelvas presumido y niegues a Dios (2 Corintios 12:7-10) - Cuando estás débil el Espíritu Santo acude en tu ayuda (Romanos 8:26) - Jesús fue tentado al igual que tú, pero nunca se desvió, nunca pecó (Hebreos 4:15) - Si eres fuerte y no tienes miedo, Dios te dará la recompensa (Isaías 35:3-4) - Si no eres orgulloso el Señor restaurará tus fuerzas (1 Samuel 2:3-4) - Si eres humilde el Señor te salvará (Salmos 116:6) - Si eres fiel caminarás sobre las ruinas de tus enemigos (Isaías 26:1-6) - Si tienes fe, caminarás sobre las aguas (Mateo 14:28-31) - El Señor fortalece al cansado y restaura al débil (Isaías 40:29) - Los que parecen más débiles son más indispensables (1 Corintios 12:22) - Dios no pondrá cargas que no sepa que puedes soportar (1 Corintios 10:13) - Debes apartarte de las malas compañías e influencias (Proverbios 22:24-25) - Calma tu enojo y abandona tu ira (Salmos 37:8) - No te inquietes y dale gracias al Señor siempre (Filipenses 4:6-7)
La gracia y el amor del Señor son suficientemente grandes para hacerse cargo de todo lo que hay en tu mente en este momento, de todo aquello que te preocupa y debilita. Jesús te dijo que este mundo no iba a ser fácil, pero también te recuerda que Él venció al mundo (Juan 16:33), y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará tu corazón y tus pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:6-7)
Créele al Señor, pues Él cree en ti.