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Ni Piedra de Tropiezo ni Mal Testimonio

Cristianismo un estilo de vida, no una religión

Cuando se es cristiano se lleva una responsabilidad muy grande a cuestas. Pues el cristianismo no se trata exclusivamente, como erróneamente algunos piensan, de nuestra salvación. De hecho, la salvación es el inicio de una larga y difícil travesía. Un viaje en donde el yo pierde tal importancia, que nos despojamos de nosotros mismos para empezar a vivir para Dios y en función de los demás, el prójimo.

Cristiano es por antonomasia, seguidor de Cristo. Y ser seguidor o discípulo de Cristo es negarse a sí mismo y tomar su cruz (Mateo 16.24.NVI), es seguir su ejemplo (Corintios 11:1), es amoldar nuestra actitud a la de Cristo (Filipenses 2:5 NVI), es renovar nuestro pensamiento, cambiar nuestra disposición, afinar nuestro sentir, y ajustar nuestro actuar (2 Corintios 3:18 NTV). Es este actuar precisamente el que debe caracterizarnos y por el cual damos testimonio de Cristo ante el mundo y ante aquellos recién nacidos por el Santo Espíritu.

Esa actitud de Cristo debe ocupar todos los ámbitos de nuestra existencia y marcar cada circunstancia de nuestro entorno. Debe ser carta de presentación ante los hermanos en la fe y ante aquellos que aún no han conocido a Cristo. Esto nos lleva a que cada aspecto de nuestra vida (laboral, financiera, relacional, familiar, sentimental, lúdica, etc.), tenga el sello inconfundible de Cristo, su carácter, su proceder, que siempre tengamos la misma disposición y actitud y no seamos de doble cara, de doble ánimo (Santiago 1:8 RVR1960), que no seamos como los hipócritas que construyen monumentos para recordar a los profetas muertos, y ponen adornos en las tumbas de las personas buenas (Mateo 23.29.TLA), que seamos justos en todo, dentro y fuera de la iglesia.

No basta sólo con ser cristiano en la iglesia, no basta sólo con leer la palabra (Santiago 1:22), que nuestra actitud como hijos de Dios trascienda a todos los ámbitos de la vida. Demos pues, buen testimonio ante el mundo a cerca de la gracia, el amor y el poder de la Cruz:

1. En Su Casa (Esposos)

  • Esposo asuma el liderazgo de su hogar. No se crea superior a su esposa (1 Corintios 11:3; Efesios 5:23)

  • Ame a su esposa con compasión, misericordia, perdón, respeto y sin egoísmo (Colosense 3:19; Efesios 5:25)

  • Sujétese a la autoridad de su esposo y respételo (Colosenses 3:18; Tito 2:4; Efesios 5:24)

  • Ame a sus hijos (Tito 2:4)

  • Sea sensata, pura, bondadosa y cuidadosa de su hogar (Tito 2:5)

  • Tenga un corazón hermoso, suave y tranquilo delante de su esposo (1Pedro 3:4)

  • Sea comprensivo con su esposa, dele un lugar de honor en el hogar y a donde vaya (1 Pedro 3:7)

  • Esposo provea su casa (1 Timoteo 5:8)

  • Ame a Dios para que usted y su familia sean prosperados (Deuteronomio 6:5)

  • Enseñe Palabra a sus hijos (Deuteronomio 6:6-7; Proverbios 22:6-11)

  • No provoque sus hijos a ira (Efesios 6:4.NVI)

  • Críe a sus hijos con disciplina (ídem)

2. En Su Casa (Hijos)

  • Obedezcan a sus padres (Efesios 6:1; Colosenses 3:20)

  • Honre a su padre y a su madre (Efesios 6:2)

  • Escuche a sus padres y atienda a su instrucción (Proverbios 1:8)

  • Reciba el consejo de su padre y no se burle de él (Proverbios 13:1)

  • Nunca tome la propiedad de sus padres sin permiso (Proverbios 19:26)

  • Nunca menosprecie ni abandone a sus padres (Proverbios 23:22)

3. En el trabajo (Empleados)

  • Sujétense con respeto a la autoridad de sus jefes; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar (1 Pedro 2:18)

  • Obedezcan a sus jefes con sumisión y respeto (Efesios 6:5)

  • Sean fieles e íntegros en sus trabajos, y no solos cuando sus jefes los estén mirando (Efesios 6:6; Colosenses 3:22)

  • Trabajen de buena gana (Efesios 6:7-8)

  • Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana (Colosenses 3:23)

  • Respeten en todo a sus jefes, sean estos creyentes o no (1 Timoteo 6:1)

  • Si su jefe es creyente, aun con más ahínco y denuedo y por ser hermano, sírvanles con gusto, calidad y buena gana (1 Timoteo 6:2)

  • Enseñen y recomienden a los compañeros de trabajo todo lo que aquí se dice (1 Timoteo 6:2b)

  • Sean obedientes en todo, siempre y cuando no vaya en contra de los mandamientos de Dios (Tito 2:9)

  • Tenga siempre actitud agradable para con sus jefes, atiendan a sus instrucciones sin ripostar. No sean respondones (Tito 2:9)

  • Demuestren que son dignos de confianza por parte de sus jefes. No tomen lo que no es de ustedes (Tito 2:10)

  • Hagan su trabajo de todo corazón, sin hipocresías o dobleces ni motivos posteriores (Efesios 6:5)

4. En el trabajo (Empleadores)

  • Traten con respeto, justicia, amor y humildad a sus empleados. Tal y como esperan que ellos los traten a ustedes (Mateo 7:12)

  • No subestimes, degrades, disminuyas, humilles o amenaces a tus empleados (Efesios 6:9)

  • No se aprovechen de sus empleados, en especial de los de poco salario, ya sean hermanos en la fe o inconversos. (Deuteronomio 24:14-15)

  • Páguenles a tiempo su salario, lo que les corresponde al final de cada mes. (Ídem)

  • No demoren su paga ni un día, porque ellos tienen necesidades y cuentan con esa paga para vivir. (ídem)

  • Reconozcan el valor y la importancia del trabajo de cada uno de sus colaboradores (1 Corintios 12:21-24)

  • Preocúpense por las necesidades de sus empleados (ídem)

  • Nunca diga a sus empleados "no te necesitamos" (1 Corintios 12:21)

  • Aquellos empleados que parecen más débiles serán indispensables. (1 Corintios 12:22)

  • Traten con honra especial a aquellos cuyos cargos u oficios parezcan menos honrosos(1 Corintios 12:23a)

  • Traten con especial modestia a aquellos que parecen menos presentables. (1 Coríntios 12:23b)

  • No tengan trato especial o preferencial con aquellos que parezcan los más presentables (1 Corintios 12:24)

5. En todo lugar

  • Viva en armonía (1 Pedro 8:9)

  • Comparte las penas y alegrías (ídem)

  • Practique el amor fraternal (ídem)

  • Sea compasivo (ídem)

  • Sea humilde (ídem)

  • No pague con mal (1 Pedro 3:10)

  • No insulte, mejor bendiga (ídem)

  • No engañe (ídem)

  • No se preste para chismes

  • No hable mal de los demás

  • Busque siempre la conciliación y reconciliación

  • Honre a Cristo como su Señor y comparta acerca de Él (1Pedro 3:15)

  • Sea gentil y respetuoso (1 Pedro 3:16)

  • Cuide su cuerpo como ofrenda viva a Dios (Romanos 6:19)

  • Cuide sus pensamientos, ideas y razonamientos. Evite los malos pensamientos, las cosas negativas, la concupiscencia, la lascivia (Romanos 12:2)

  • No sea orgulloso (Romanos 12:3)

  • Trabaje en equipo (Romanos 12:4-5)

  • Siempre actúe con amor sincero y fraternal en el trato con los demás (Romanos 12:9-10)

  • Practique el servicio diligente en todo y con todos. Deseche la pereza (Romanos 12:11)

  • Mantenga una actitud positiva, con gozo y esperanza, incluso en medio de la tribulación (Romanos 12:12)

  • Esté en paz con todos, creyentes y no creyentes (Romanos 12:17-18)

  • Deseche los deseos de venganza. Déjeselo al Señor (Romanos 12:19)

  • Honra a Dios a través del servicio a los demás, incluso a los enemigos (Romanos 12:20)

  • No des mal testimonio delante de los otros, en especial de los no creyentes. Evita caer en el mal (Romanos 12:21)

Todo esto demuestra una vida superior e integra que será para testimonio del Señor Jesucristo y para bendición de quien así viva.

“»Les aseguro que a cualquiera que me reconozca delante de la gente, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios.” (Lucas12.8.NVI)

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