Tener el Talento no es Suficiente
Al momento de crearnos Dios nos dotó a cada uno con el equipo de carretera necesario para recorrer el camino de la vida. Dentro del kit incluyó una serie de habilidades y talentos los cuales serán usados por el Señor para el cumplimiento de su plan y para darnos la victoria, porque Dios nos hizo para ganar. Dios espera que desarrollemos estos talentos, los pongamos en práctica y los multipliquemos. Pero, ¿cómo podemos multiplicar estos talentos? Son cuatro los aspectos que debemos tener en cuenta en nuestro carácter y actuar, que al aplicarlos se incrementa la posibilidad de que cuando rindamos cuentas a nuestro Señor este nos diga “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” (Mateo 25:21).
1. Se Agradecido:
La gratitud trae consigo iniciativa personal de crecer, superarse, de ampliar horizontes, disciplina, decisión y mentalidad de sacrificio. El agradecimiento te hace persistente y perseverante. Un espíritu agradecido produce el combustible que sustenta la acción; no pierde el tiempo; aprovecha cada oportunidad como si fueran la última “Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5.18 NVI).
Ser agradecido conlleva a que hagamos todo de buena gana, aun cuando el lugar en donde nos encontremos o la actividad que estemos realizando no sean de nuestro total agrado “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo Jesús.” (Colosenses 3:23-24).
El agradecimiento involucra también la alabanza. Alabar según el diccionario, significa ensalzar, celebrar, elogiar, aclamar expresando también aprobación. El alabar significa que aceptamos o que estamos de acuerdo con lo que aprobamos. De modo que, alabar a Dios por una situación difícil, una enfermedad o una desgracia, significa literalmente que aceptamos o aprobamos lo que está ocurriendo como parte del plan de Dios para nuestra vida. Realmente, no podemos alabar a Dios sin estar agradecidos por aquello por lo cual estamos alabando. Y, realmente, no podemos estar agradecidos sin sentirnos gozosos por todo aquello por lo que le damos gracias. La alabanza a Dios, entonces, comprende la gratitud y el gozo (Merilin R. Carothers ).
Finalmente, el agradecimiento incluye tomar tu vida cotidiana, la vida de todos los días –tu descanso, tus comidas, tu trabajo, [tus talentos] y tus idas y venidas- y ponerlas como una ofrenda ante Dios (Rick Warren ). “Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a Él le agrada. Así es como se le debe adorar.” (Romanos 12:1 TLA).
2. Ponte en Acción:
Ponerse en acción es ser diligente. Es buscar a Dios primero “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” (Mateo 6:33), someter a su voluntad nuestras decisiones, planes y proyectos “El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor” (Proverbios 16:9 NVI) y actuar “¿han visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un Don nadie.” (Proverbios 22:29).
a. Busca Inspiración de Dios: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7 NVI). Dios no forma intelectualmente, sino que nos da la materia prima inicial para alcanzar la meta que hemos elegido. Él nos da la capacidad e inspiración para lograrlo. Dios nos dio todo lo necesario para ganar. Nos dio Su poderosa Palabra, Su poderosa sangre, Su poderoso Espíritu Santo. Dios hizo todo para que nos levantemos en el poder de Sus fuerzas, no de las nuestras, y desarrollemos todo lo que diseño para nuestras vidas (Marcos Witt ). Un cristiano radical es el que pone a Dios en primer lugar en todas sus decisiones, aun cuando hacerlo le resulte costoso (Andrés Panasiuk )
Dios hace su parte, ahora nos corresponde a nosotros hacer la nuestra conforme a las herramientas que nos ha dado así:
• Deseo: Dios nos da el deseo de trabajar para la excelencia “Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel! —afirma el Señor —. ¡Ánimo, Josué hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo de esta tierra! —afirma el Señor —. ¡Manos a la obra, que yo estoy con ustedes! —afirma el Señor Todopoderoso—.” (Hageo 2:4 NVI).
• Inteligencia: Dios nos da la inteligencia para desarrollar los dones. “Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.” (Salmos 141:2 RVR1960)
• Disciplina: Dios trae la disciplina a nuestra vida para desarrollar los talentos “El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Más el que escucha la corrección tiene entendimiento.” (Proverbios 15:32 RVR1960); “Rechazar la corrección es despreciarse a sí mismo; atender a la reprensión es ganar entendimiento.” (Proverbios 15:32 NVI)
b. Prepárate: Aquello que se prepara con tiempo y dedicación permanecerá más tiempo. Necesitamos dedicarnos más tiempo a la buena cimentación de nuestros talentos (estudio, capacitación, entrenamiento). Una siembra adecuada. Dios nos da la inspiración para que nosotros nos preparemos. Que cuando el Señor regrese nos encuentre preparándonos para alcanzar la excelencia en lo que nos ha llamado a hacer.
c. Actúa: Muchos quieren brincar de la inspiración a la ejecución sin pasar por el terreno de la preparación. Es muy probable que el tiempo que se tome de preparación sea mucho mayor que el tiempo que use para ejecutar sus talentos. Es como la preparación para los juegos olímpicos, los atletas se preparan por años para competir por unos minutos y mejorar su marca por milésimas de segundo.
Transita por las sendas de la inspiración, la preparación y la ejecución. Tal vez Dios tiene un plan en el que te usará por 30 minutos en tus 70 años de vida. Pero de seguro esos 30 minutos en la voluntad del Padre, serán más efectivos y provechosos que 50 años de hacer cosas que no estaban en Su voluntad. Un buen proyecto es “1% inspiración y 99% de transpiración” (Thomas Edison).
3. Sé un Gerente:
Un buen gerente debe tener las siguientes características:
a) Administrador: El hecho de tener un don nos convierte automáticamente en administradores. “La dádiva del hombre le ensancha el camino y le lleva delante de los grandes.” (Proverbios 18:16 RVR1960). La dádiva, el regalo, el don que nos ha sido dado, nos llevara delante de los grandes. El buen administrador sabe tomar algo pequeño y hacerlo crecer. Sabe rendir cuentas al dueño de todo y sabe presentarle su gestión como administrador de lo que se le ha confiado. El don que cada uno de nosotros administramos es un regalo que Dios nos hizo, un regalo inmerecido, para que seamos mayordomos de ese don. Todo es de Dios, nada es nuestro. Todo es prestado. Somos administradores de lo que Dios ha puesto en nuestras manos.
Tenemos el placer de servir en el Reino de nuestro Señor Jesucristo ¡que privilegio! pero tendremos que rendirle cuentas al verdadero dueño sobre lo que hagamos en el ministerio. Un buen gerente sabe sacar provecho de un bien, o en este caso, de un talento.
b) Trabajador: “Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo. Se complace en la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche.” (Proverbios 31:17-18 NVI). Un buen gerente se apresta para el trabajo con diligencia y compromiso. Recorre esa milla extra sin renegar. Un buen gerente no cae en la esclavitud del trabajo. La esclavitud no se limita a los que no tienen cómo pagar las cuentas. Es todo lo que impide mantener una relación con Dios y con los demás (Andrés Panasiuk).
c) Multiplicador: Es necesario saber reconocer los tiempos y las oportunidades que harán multiplicar la inversión. Hay un momento que es la oportunidad para convertirnos en multiplicadores. Dios nos dará las oportunidades, las pondrá en frente de nosotros para que podamos multiplicar los talentos que Él nos ha dado. “¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie.” (Proverbios 22:29 NVI). Un gerente multiplicador es un negociador y un buen negociador deberá tener en cuenta 6 componentes básicos que determinarán su éxito a su fracaso (Stephen Kozicki )
i. El Entusiasmo: Un gerente multiplicador muestra su entusiasmo en sus gestos o expresiones, las mayoría involuntarias, las cuales transmitirán a otros su nivel de energía (fatiga), ánimo (desánimo), agrado (enfado) o interés (indiferencia). “La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús” (Filipenses 2:5 NVI).
ii. El Reconocimiento: Un gerente multiplicador no espera reconocimiento de hombres, sino que busca agradar a Dios “No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad del Dios” (Efesios 6:6). Al buscar agradar a Dios, por medio de Cristo Jesús será aprobado por los hombres “Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombre” (Romanos 14:18).
iii. La Integridad: un gerente multiplicador no se compromete a hacer aquello que no piensa cumplir “Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas” (Eclesiastés 5:5 RVR1960). La verdad es el sello de integridad de todo hombre “Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Contarás con el favor de Dios y tendrás buena fama entre la gente” (Proverbios 3:3-4 NVI).
iv. Las Aptitudes en Sociedad: saber relacionarse con los demás es esencial para un gerente multiplicador. Muestra real interés por los demás, tiene una actitud calmada y amable, sabe escuchar “En cambio, los que tienen la sabiduría que viene de Dios, no hacen lo malo; al contrario, buscan la paz, son obedientes y amables con los demás, se compadecen de los que sufren, y siempre hacen los bueno; tratan a todos de la misma manera, y son verdaderos cristianos. A los que buscan la paz entre las personas, Dios los premiará dándoles paz y justicia” (Santiago 3:17-18 TLA). Dios dice que lo esencial de la vida consiste en nuestras relaciones con los demás. Cuatro de diez mandamientos se refieren a nuestra relación con Dios, mientras que los seis restantes tratan de nuestra relación con las personas (Rick Warren).
v. El Trabajo en Equipo: El trabajo en equipo va más allá de compartir un espacio o de realizar tareas en conjunto. Consiste en amar desinteresadamente, compartir con corazón sincero, servir en la práctica, hacer sacrificios, consolar y solidarizarse con los que sufren (Rick Warren). El trabajo en equipo implica la justa distribución de las cargas y el apoyo mutuo para el logro de los objetivos “Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero cuando los bajaba, se inclinaba a favor de los amalecitas. Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho; y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol.” (Éxodo 17:11-12). Cuando leemos el relato en Jueces 1:1-3, vemos que si bien la instrucción dada por Dios a los israelitas fue que la tribu fuera la primera es subir y pelear contra los cananeos, el Señor les permitió tomar la iniciativa y así proponerles a la tribu de Simeón una estrategia conjunta y de trabajo en equipo, la cual los llevó a la victoria de ambas tribus y al logro de sus objetivos.
vi. La Creatividad: fuimos hechos por un Dios creador y creativo, un Dios que nos dotó de dones y talentos. La creatividad es usar cualquier habilidad o cosa que Dios te ha dado para tu propio crecimiento, bendecir a otros y glorificar a Dios (Tom C. McGee, Jr. ). La Biblia dice que podemos aprender mucho acerca de Dios por solo observar la naturaleza. En romanos 1:20 el apóstol Pablo dice: “Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa” (Rick Warren ). Al ver la obra de Dios, su creación, es claro que la creatividad incluye:
Variedad: Dios ama la diversidad. A Él no le gusta que todo sea exactamente igual
Innovación: en cada una de las diferentes especies de la flora y la fauna se ve el toque innovador de Dios. Incluso en el proceso evolutivo de las mismas.
Orden: Dios creo todo en completa sincronía. Todo funciona bajo un modelo sistémico perfecto, hasta el más pequeño de los seres vivientes, se desarrolla en un perfecto ecosistema.
4. Asume tus responsabilidades
Las decisiones de hoy afectarán las acciones de mañana. Debemos cambiar nuestra mentalidad de derrota, recuerda que Dios puso la victoria dentro de nosotros. Es necesario asumir con responsabilidad quiénes somos. Hay aspectos de nosotros mismos que no podemos cambiar, como por ejemplo el color de piel, de ojos, la nacionalidad, la raza, la cantidad de cabello, etc. Dios no se fija en nuestro aspecto, aunque debemos cuidarlo pues también es un regalo, Él ve los corazones de quienes lo aman. No es nuestro aspecto el que nos pone ante la presencia del Rey, en lo que tenemos en nuestro interior (corazón) “Pero el Señor le dijo a Samuel: -No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón” (1 Samuel 16:7)
Recuerda que Quien da vida a nuestro interior nos ayudará a crecer y multiplicarnos. Todo empieza como un pensamiento, para luego convertirse en un sentimiento y finalmente en una palabra o una acción. Así que nuestros pensamientos y nuestra actitud (sentimientos) tienen un poder enorme sobre el futuro de nuestra vida.
Habrá momentos en los que nos sentimos desgraciados, apartados, olvidados, no merecedores de algo, pero es justo en ese momento en donde debemos recordar que hemos sido merecedores de un don de parte de Dios, y ten por seguro que Dios hará uso de el. De ti. Dios nos programó para vencer para triunfar, no hay espacio para el fracaso, a menos que aceptemos las mentiras del enemigo cuya principal arma es el engaño. No hay mejor forma de triunfar que aceptar la verdad de la Palabra de Dios.
Tenemos que dejar de culpar a otros o incluso a nosotros mismos. Debemos reconocer nuestras faltas, pedir perdón y asumir las consecuencias. Los errores sirven para aprender no para darnos golpes de pecho. Debemos aprender a sacarle lo bueno y lo positivo al fracaso "Si te caes al piso no te levantes tan rápidamente, recoge algo antes de levantarte. Como no siempre estás en el piso, aprovecha el viaje" (John Maxwell ).
Tenemos mucho por conquistar, tenemos una esperanza y nos espera un futuro. Vayamos hacia la meta, no volvamos nuestra mirada atrás. Pablo dijo "Dejando, pues, todo lo que está atrás yo he puesto mi mirada en la meta del supremo llamamiento" (Filipenses 3:13-14)
Nota del Autor: Síntesis elaborada con base en el libro ¿Cómo Puedo Desarrollar Mis Talentos? de Marcos Witt, y con textos de apoyo de los libros El Poder de la Alabanza de Merilin R. Carother; Una Vida con Propósito: ¿Para Qué Estoy Aquí en la Tierra? de Rick Warren; Los Negocios y la Biblia: Una Guía Completa de Principios Bíblicos para Hombres y Mujeres de Negocios de Andrés Panasiuk; El Negociador Creativo de Stephen Kozicki; Libertad en Cristo de Tom C. McGee, Jr y Neil Anderson; La Creatividad de Dios es Evidente – Devocional en español julio 4 de 2013 de Rick Warren.