Principios Corporativos basados en principios Bíblicos (basado en 1 Corintios 12:21-24 NVI)
Una de las frases más frecuentes entre los jefes (no líderes) hacia sus colaboradores es "nadie es indispensable en esta empresa". Craso error el que cometen estos jefes al vociferar tan desmotivante y aniquiladora frase. Contrario a lo que esta frase dice, todos somos indispensables. Cada uno de los miembros de una Corporación (empresa) tiene una tarea y una responsabilidad específica e importante, si no fuera así, no existiría el cargo, pues no aportaría para el logro de los objetivos de la compañía. Así como en el cuerpo humano, cada miembro tiene una importante responsabilidad en diferente grado, pero igualmente imprescindibles.
Es cierto que el cuerpo humano tienes órganos que sin los cuales, no afectaría su principal objetivo que es mantenerse vivo y funcional, sin embargo, su ausencia limita ciertas actividades y no permitirá el logro óptimo de algunos objetivos.
Un verdadero líder reconoce el valor y la importancia del trabajo de cada uno de sus colaboradores, y sabe que necesita de ellos. Pero que esto no sea excusa para que el trabajador no busque la excelencia en su trabajo, pues algo que es cierto es que hay muchos esperando por una oportunidad.
Un líder obrará bajo las siguientes premisas:
i. Nunca dirá "no te necesitamos"
ii. Aquellos que parecen más débiles serán indispensables.
iii. Aquellos cuyos cargos u oficios parezcan menos honrosos los tratamos con honra especial.
iv. Tratar con especial modestia a aquellos que nos parecen menos presentables.
v. No tener trato especial o preferencial con aquellos que nos parezcan los más presentables
"(...) Así Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo, dando mayor honra a los que menos tenían" - 1Corintios 12:24 NVI